¿Cómo acompañar a un ser querido que esté teniendo ideas suicidas?

Cuando conversamos de suicidio, es necesario recordar que puede ser prevenible y que una parte importante en el proceso de recuperación es el acompañamiento y atención que la red de apoyo de la persona le puede brindar. En este sentido, el primer paso a tener claro es que hablar de suicidio desde el respeto, la escucha atenta y el interés honesto con una persona a la que queremos y que está lidiando con estas ideas es una forma necesaria y útil de ayuda, que no implicará un mayor riesgo, sino que, por el contrario, ayudará a que la persona se sienta acompañada y le permita pedir la ayuda necesaria.

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Ante esto, podemos preguntarnos, ¿qué cosas específicas puedo hacer para ayudar efectivamente? Algunas de las conductas que podemos poner en marcha son las siguientes:

Escuchar los signos de alerta: si notamos que una persona cercana está teniendo cambios de conducta importantes (aislamiento, cambio en estado de ánimo o fluctuación notable de emociones, pérdida de motivación, dificultad para dormir, conversaciones sobre pérdida de sentido en su vida, conductas de alto riesgo), es importante que pongamos atención a esos cambios y los conversemos directamente con la persona. Es normal tener temor de tomar este paso, pero a largo plazo puede ser una decisión que ayude notablemente a nuestro ser querido.

 

Acercarse: preguntar directamente a la persona y mostrarle nuestro interés. Preguntar sobre ideas de suicidio puede ser atemorizante, pero es necesario recordar que traer el tema y ponerlo sobre la mesa, de una manera directa y compasiva, puede ser clave en prevenirlo. Un punto importante es que, si la persona tiene un plan específico en cuanto al suicidio, hay un riesgo muy alto de que lo lleve a cabo, por lo que será vital tomar acciones inmediatas.

 

Mantenerse cerca, especialmente si identificamos que la persona está en riesgo severo: eliminar el acceso de la persona a medios para hacerse daño (armas, medicamentos, drogas, sustancias como pesticidas, objetos punzocortantes), escuchar atentamente, ofrecer esperanza y movilizar recursos específicos: llamar al 911, contactar la línea “Aquí Estoy” del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica al teléfono 2272-3774, acompañar a la persona al servicio de salud correspondiente, contactar a familiares o personas de confianza. Aunque identifiquemos que la persona no esté en riesgo inmediato, es necesario que acuda a un profesional de la salud mental lo más pronto posible; en este sentido, ayudar a la persona a buscar opciones, apoyarlo en el proceso de solicitar las citas correspondientes y acompañarles a esas citas, puede ser de gran apoyo.

 

A lo largo de este proceso, es importante recordar que el respeto, el apoyo, la compasión y la escucha atenta, son elementos centrales para ayudar a un ser querido que está pasando por una crisis. Algunos recursos adicionales de ayuda e información, en la forma de fundaciones sin fines de lucro, son los siguientes: Rescatando Vidas ONG (teléfono 2273-0381), Asociación Mi Nueva Aurora y Acotar Costa Rica (teléfono 2233-7869).

Elaborado por:

Psicóloga Susana Zelaya