Blog Centro de Salud Mental Herrera Amighetti

Sentir dolor forma parte de nuestra vida

Escrito por Licda. Clara Schoham Perelis | Jul 15, 2022 3:58:18 PM

El dolor físico nos enseña a cuidarnos desde que somos niños; a no quemarnos, no caminar descalzos donde hay objetos punzantes que nos puedan cortar, a caernos de la bicicleta sin daños mayores, y otro sinfín de cosas.

Cuando el dolor lo sentimos en alguna parte de nuestro cuerpo, nos está avisando de que debemos prestar atención, pues nos manda una señal que tenemos que atender.

El dolor emocional cumple la misma función. Desde pequeños sentimos el dolor de que nuestros papás se vayan de viaje o a trabajar, que nos regañen, que nuestro amiguito se pelee con nosotros y esas tristezas nos van enseñando a resolver y a mejorar nuestras estrategias para hacerles frente, además también nos ayudan a conocernos mejor.

Por eso, es importante educar a nuestros hijos y a nosotros mismos como adultos, a saber escuchar nuestras emociones y nuestro cuerpo, pues no son partes separadas y se influyen mutuamente.

 

Dolor emocional

Cuando recibimos una noticia dolorosa o desgarradora, como la pérdida de un ser querido, el dolor emocional lo sentimos en nuestro cuerpo, así como el malestar corporal nos afecta emocionalmente.

En nuestra cultura preferimos no sentir ni hablar del dolor, en vez de escucharlo y tomar medidas. Entonces tomamos analgésicos físicos o emocionales que nos quiten esta sensación tan desagradable.

Obviamente a nadie le gusta sufrir, sin embargo, el problema sigue sin resolverse y pensamos que solo es cuestión de aumentar la dosis de “analgésicos físico-mentales'' e intentar negar lo que de verdad nos pasa.

Por eso debemos recordar que las emociones, no importan cuan agradables o desagradables nos resulten, son las que nos hacen sentir vivos y en relación con los demás.

Las emociones son nuestras aliadas en identificar qué nos está pasando, quiénes nos aman, a quiénes mejor dejar en el camino y también, si hay algo que debemos cambiar en nuestra vida.

Al permitirnos atravesar el dolor, tanto físico como emocionalmente, podremos entender qué lo motiva, y será la manera de salir y avanzar en nuestro proyecto de vida.